Motivación Sobrenatural

Tú y yo tenemos un problema: sabemos lo que tenemos que hacer, pero aún así no lo hacemos. Déjame te lo ilustro con algunos ejemplos:

Sabemos que tenemos que perdonar a esa persona que nos ha ofendido y que nos ha lastimado, pero aún así guardamos un dolor y rencor en nuestro corazón.

Sabemos que debemos depender de Dios a través de la lectura de las Escrituras y de la oración, y aún así no lo buscamos a diario.

Sabemos que debemos reaccionar amablemente y que nuestro enojo no lastime a los demás, pero cuando el tráfico, el calor y una persona que te irrita se combinan, entonces siempre decimos o hacemos algo de lo cual nos arrepentimos.

Por eso me encanta este pasaje: porque me recuerda que el cambio en mi vida no viene como producto de mi fuerza de voluntad ni de mi capacidad de decir “hasta aquí”. Más bien, el verdadero cambio viene como fruto del Espíritu en mi vida.

Y este pasaje nos dice que Dios provee 2 elementos indispensables:

1. El querer (es decir la motivación)
2. El hacer (la disciplina y la capacidad)

Es Dios quien nos motiva a cambiar, quien nos cambia nuestras motivaciones de manera sobrenatural. Y no solamente te da estos deseos de hacer lo correcto sino que también te da la capacidad para llevarlo a cabo.

Por tanto, ¿qué debemos hacer? Mantenernos cerca de Aquel que produce el querer como el hacer. Pedirle intencionalmente que Él haga esas dos cosas en tu vida.