Una Petición Audaz
Marcos 1:40-41 NVI
Un hombre que tenía lepra se le acercó, y de rodillas le suplicó: —Si quieres, puedes limpiarme. Movido a compasión, Jesús extendió la mano y tocó al hombre, diciéndole: —Sí, quiero. ¡Queda limpio!
17 enero, 2024